Nació el 4 de mayo de 1812 en Bremen. Estudió teología evangélica en las universidades de Bonn y Berlín y se desempeñó como maestro a domicilio hasta su ordenamiento como pastor de la Iglesia Evangélica Prusiana en 1843.

Recién ordenado al ministerio pastoral, Ludwig Siegel se embarcó en Hamburgo y llegó a Buenos Aires, tras haber sido designado pastor para la comunidad de alemanes inmigrantes de confesión protestante en dicha ciudad. Siegel fue muy bien recibido en Buenos Aires y en la comunidad. El 18 de octubre de 1843, Juan Manuel de Rosas emitió el decreto que autorizaba al pastor Ludwig Siegel el libre ejercicio de su ministerio. Desde ese momento el Estado Argentino reconoció la existencia de la Congregación  Evangélica Alemana en su ámbito legal y social.

Las primeras tareas realizadas por el pastor Siegel para la congregación recientemente formada estuvieron centradas en su organización interna y cúltica. Para ello tomó como base la liturgia prusiana, aquella que reunía las tradiciones luterana y reformada. Como pastor protestante de la época decidió formar una familia y en el mes de mayo de 1844, contrajo matrimonio con Anna Schrader de Gernheim. 

El Pastor Siegel le dio a la comunidad el impulso para la adquisición de un lugar propio, que se constituyó en la calle Restaurador Rosas 91 (Moreno). Estas instalaciones contaban también con una habitación que cumplió la función de aula para la escuela naciente. La labor del pastor Siegel permitió que la comunidad creciera y el edificio pronto quedó chico. Por esta razón se pensó en la adquisición de un terreno para poder construir un templo y una escuela. Con el fin de recaudar fondos se organizaron diversas actividades culturales con el coro de la congregación. El impacto de estas actividades culturales atraía a personajes de la sociedad, entre otros a la hija del gobernador, Manuelita Rosas, la esposa del general Mansilla, hermana de Rosas, el barón de Mendeville, encargado de negocios de Francia, personas de la embajada francesa y muchos otros ciudadanos notables. Finalmente se adquirió un terreno sobre la calle La Esmeralda (hoy Esmeralda 162). Durante la ceremonia de la colocación de la piedra fundamental del nuevo templo, el arquitecto Taylor leyó en voz alta la inscripción de la misma: “Esta piedra fundamental de la capilla Evangélica Alemana fue colocada por el pastor Siegel el 18 de octubre de 1851 con la autorización de su Excelencia el Señor Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, Jefe Supremo de la Confederación Argentina. Ed. Taylor, arquitecto”.

En relación a las dotes de Siegel como maestro, cabe destacar que le dio un impulso renovado a la educación y las aulas no sólo eran visitadas por descendientes de alemanes sino por lugareños que pretendían una educación adecuada para sus hijos a un bajo costo y de excelencia. En el año 1844 se suma a la labor docente Johann Gotthilf Hermann Frers de Marne en Holstein. La escuela fue prosperando y en los once años de labor, el pastor Siegel dejó antes de irse, una escuela modelo con un número de matrícula de 120 alumnos. En sus aulas se impartían las principales materias del saber, incluyendo la música y el alemán.  

Este pastor acompañó el nacimiento de la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires donde desarrolló su vocación por el diálogo fraterno con otras confesiones y su apertura a la sociedad a través de actividades culturales que aún hoy marcan a esta Congregación. Como maestro, también se dedicó a la educación de los niños a través de la escuela parroquial que creó, impulsó y mantuvo gracias a su calidad educativa.

Pasaron varias décadas antes de que la Congregación reeditara este proyecto, pero esta vez en la localidad de Los Polvorines y con el nombre del pastor. 

Luego de 11 años de servicio y tras los reconocimientos por su dedicación y labor en la congregación como en la escuela, el 26 de agosto de 1854 se embarcó a Montevideo de donde partió rumbo a su patria. En Alemania continuó con su ministerio hasta 1881. A principios de 1883, Siegel enfermó y falleció el 21 de diciembre de ese año a la edad de 71 años. 

Adaptado de un artículo del Prof. Dr. Jerónimo Granados